Tras el partidito ante el Getafe resulta complicado ser medianamente moderado. Voy a tratar de serlo, aunque se me salen las tripas por la boca: este Madrid sólo da para intentar arañar un puestecito entre los cuatro primeros y asegurarse la Champions. Y punto. Para intentarlo digo, que no para conseguirlo. Porque si lo de las lesiones sigue al mismo ritmo, lo mismo hay que luchar para no ser candidato al descenso. Así lo siento y así lo digo.
Las prestaciones del equipo ante el Geta han sido paupérrimas. Sólo salvo, y ya es mucho salvar, a Guti, quien al menos intentó hacer algo aunque no le saliera nada de nada. Raúl anduvo desaparecido, como siempre desde que empezara este siglo, pero lo de Saviola, pese a su gol, es de juzgado de guardia. A Drenthe se le ha acabado el crédito de una manera definitiva: no es jugador para el Madrid. Gago abarca todo el centro del campo, pero es tan torpe y tan mantecoso que me empacha. Van der Vaart sólo tiene una mujer muy guapa, y seguro que juega al fútbol mejor que su señor esposo.
Pepe sigue siendo jugador de PlayStation, más preocupado de quedar elegante que de ser efectivo, cuando se le va la pinza nos clavan una. De los laterales no digo nada, no hay ni un lateral decente en toda la Liga española, así que el problema no viene por ahí. Y Ramos, desafortunadísimo, acalló las bocas de esos listillos que dicen que hay que probarle de medio centro: si de central y a la hora de sacar la pelota las pasa canutas cuando tiene a un delantero presionando, en el centro de campo, donde hay que llevar los tobillos recauchutados para evitar que los lobos te los revienten a mordiscos, no quiero ni pensarlo. El camero tiene que ser central sí o sí.
Y de Casillas me niego a decir nada: nunca me convenció estando al cien por cien y ahora, que es únicamente el encargado de recoger los balones de los contrarios que son gol, menos. Balón de Oro, dicen algunos. Si France Football lo entregase dentro de una portería, tendría hasta sentido.
Tengo ganas de leer las crónicas de mañana, cuando ya no hay un Cannavaro para echarle las culpas a los males defensivos del Madrid. Ni un Heinze, otro muñeco del pim-pam-pún. A Calderón se le acaban las excusas y quedan siete días para la Asamblea de Compromisarios: Schuster peligra de verdad, porque un nuevo técnico para enderezar el rumbo es un golpe de efecto a considerar. Pero esto no es cuestión de técnicos, sino de plantilla, de agotamiento de la misma, más bien. Dos remiendos invernales y dos estrellas de campanillas estivales no solucionan nada. El proyecto se ha agotado. Era el proyecto de mi prima la coja.
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Actualizado a las 10:47 del 30 de noviembre. Según la Prensa inglesa, Benítez no será entrenador del Madrid porque renovará en breve con el Pool. ¿Buenas o malas noticias?
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