A todos aquellos que tenían aún la mosca detrás de la oreja sobre el fichaje de Kaká, que se queden tranquilos. Porque está más que atado. De hecho, el brasileño pasa hoy el reconocimento médico con el Madrid (y no la semana pasada, como decían los atontaos que se creen Radio Macuto) en una operación casi ultrasecreta (y digo casi porque algunos nos hemos enterado; gracias, futuro y pronto bipapá) que supone burlar la vigilancia de la Confederación Brasileña.
Desde ayer, el jefe de los servicios médicos del Real Madrid, el doctor Juan Carlos Hernández, se encuentra en Recife, donde hace apenas tres horas y media (son las 10:39 en España) desembarcó Brasil en el Aeropuerto Guararapes tras meterles una manita menos un dedo a Uruguay.
El plan consiste en sacar a Kaká del hotel de concentración brasileño a las 7:00 hora local (cinco horas más en España, le queda una hora y veinte minutillos) para que supere el reconocimiento médico como último paso para que el contrato se formalice. El reconocimiento tendrá lugar en un hospital del propio Recife y será a todo meter, porque la verdeamarelha tiene trabajo de recuperación apenas tres horas después, a las 10:00, y el Madrid quiere que la CBF no se entere de nada.
En principio, además, el fichaje no se hará oficial hasta el martes. No será ni hoy ni mañana, pues.
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