viernes, 27 de febrero de 2009

Eugenio erre que erre y Calderón y su carné


El pasado sábado, en el hotel Intercontinental, la Plataforma Blanca siguió con su presentación ante la masa social del Madrid para darse a conocer e intentar ganar adeptos para su causa de cara a las próximas elecciones. Eugenio Martínez Bravo, su líder y el que será su candidato a presidente, es un buen tío, extremadamente correcto en el trato personal y madridista hasta la médula, aunque algunos de los puntos que su Plataforma postula no sean de mi agrado.

En esa reunión que mantuvo con algunos madridistas de extraordinario peso Eugenio volvió a manifestar que su intención es presentarse a las elecciones, aunque sea el único que se atreve a dar la cara ante Florentino Pérez. Como ya dije aquí, ante esos madridistas confirmó que el ex presidente le había ofrecido un puesto de vocal en su futura directiva, aunque fue rechazado. Muchos, entre ellos yo, pensamos que Eugenio podría llegar a ser un buen presidente, pero que antes necesita dar una serie de pasos que acrediten su capacidad de gestión, desconocida para todo el mundo. Entrar en la candidatura de Florentino sería una magnífica prueba de fuego para adquirir experiencia entre bambalinas y de ahí podría dar el salto perfectamente al ruedo electoral para 2013 o cuando toque.

Pero parece que no, que está dispuesto a pelear hasta el final. Si es así, me congratulo. Ya dije que quiero la mayor cantidad de candidatos posibles a la presidencia, por una simple cuestión de higiene democrática. Si Florentino se presenta en solitario, será proclamado presidente sin que le achuchen, sin que tenga que explicar por qué salió escopetado, qué es lo que considera que falló en su proyecto, qué es lo que pretende hacer, cuáles son sus objetivos... Sí, claro que quiero que gane el Tito, al menos de momento porque es el único que me ilusiona, pero también exijo explicaciones a lo que pasó para su espantada.

Y ahora, cambio de tercio. Como algunos de vosotros podréis haber leído en el Marca de hoy, ayer a las 17:30 fue a declarar Moisés Israel por la denuncia presentada contra Nanín, Bárcena y Calderón en la Asamblea del 7-D. Sin embargo, la información es inexacta: la Comisión de Disciplina no puede acometer ninguna acción contra Calderón porque los Estatutos del Madrid salvaguardan a su presidente. Para poder expulsarle como socio, habría que conformar una Asamblea Extraordinaria de Compromisarios en cuyo orden del punto del día figurase la retirada de carné del ex presidente: serían pues los compromisarios los únicos con capacidad para echar al jeta éste. Y además, todavía no podría ser. La actual Junta Directiva es provisional hasta que no se ratifique en la Asamblea de marzo, si es que sucede y todo apunta a que sí, y ante la inminencia de elecciones, el cambio del voto por correo y demás prácticamente sería imposible encontrarle fecha hasta después del verano, con una nueva directiva. Y ya se sabe cómo funciona todo: ahora que ocupo el cargo no pienso levantar las alfombras. Así que Calderón, contra el que además no existen pruebas fehacientes de que fuera el instigador del pucherazo regalado por el Butano al Marca aunque sí sospechas pero que no sirven legalmente, seguirá como socio del Madrid a menos que decida borrarse por sí mismo.

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