lunes, 9 de febrero de 2009

Zidane


Allá voy con la entrada prometida sobre Zidane. Parto de la base de que el hecho de que pueda ser el próximo director deportivo del club no me desagrada, aunque tampoco le encuentro un mérito especial para serlo. Pero lo que me indigna es el revoloteo de Zizou alrededor del Madrid en cuanto hay ocasión.

La salida de Zinedine del Madrid me sentó mal, muy mal. Más allá de que no me pareciera la séptima maravilla del Universo, pero sí un fantástico jugador, me supo a cuerno quemado el hecho de que el club dejase que el francés se marchara del equipo cuando aún tenía contrato en vigor. "En un acto que le honra, Zidane ha rehusado cobrar el año de ficha que le quedaba", aullaban los medios". ¡Pero qué me estás contando! Osea, que el tipo rompe su contrato y no sólo no paga la cláusula de rescisión (creo que de 150 millones de euros) sino que encima "perdona" sus 6 milloncetes de euros limpios. ¡A vender motos a otro lado! Lo último hubiera sido que encima cobrara por estar en casa, manda narices...

Luego, para el Mundial estuvo mejor que durante toda la temporada anterior, una muestra de que en el Madrid estaba simplemente preparándose para jugar con Francia, a la que llevó a la final ante Italia, el cabezazo a Materazzi y tal. Si quería retirarse vestido de Bleu y no de blanco, ¿a qué viene tanto amor al Madrid? Que se busque trabajo en la Federación Francesa, ¿no?

Hace poco, nos desayunamos con que Zizou pedía trabajo a Calderón, como entrenador de chavales, de los equipos de sus hijos. Ahora aparece vinculado a la candidatura de Florentino, o eso dicen, porque yo no lo sé. Es decir, que ideales cero pelotero, sólo quiere entrar en el Madrid y a cobrar, da igual de qué y de la mano de quién.

Es por esos gestos que no me termina de convencer Zidane en el organigrama del club. Como embajador, puede ser, siempre y cuando no se metan con su hermana. Pero como director deportivo... pues como que no. Prefiero que el club busque un profesional de esto, no una ex estrella que busca trabajo pero que desconoce por completo cómo hay que manejarse. Y ojo, que esto no quiere decir que lo haga mal, sino que le va a costar tomar las riendas.

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Sobre Huntelaar. Ya tenemos un nuevo caso Baptista, Owen o el que quieran. El holandés no juega, se queda sin Champions y el entrenador le ignora porque es un amarrete desatado. En junio se largará y el equipo en el que recale al menos le probará. Nosotros ni eso. Nosotros fichamos y encabronamos, que es lo que dicta la lógica. Pues aunque Klaas no sea santo de mi devoción, quiero verle. Y por supuesto jugando donde juega el de siempre, el que se cepilló a todos los anteriores.

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