domingo, 26 de abril de 2009
Ratón que te pilla el gato...
Ahí estamos, a cuatro puntitos del líder, a seis días del Clásico (odio ese palabro para llamar a un Madrid-Barça, por cierto) y echando el aliento en el cogote a los insuperables. Porque vamos así, echando espumarajos por la boca para poder seguir el ritmo, pero ahí estamos. Y cada vez más cerca. ¡Hasta el final, vamos Real! Acabo de consultar la clasificación de la jornada 33 de la temporada del milagro capelliano y, ¡qué curioso!, ésa fue la jornada en que ganamos al Sevilla 3-2 y nos pusimos a dos puntos del Barça. No es comparable, porque en esta hay un derby de por medio... Ratón que te pilla el gato, ratón que te va a pillar...
Necesitábamos ganar y no fallamos. Y eso que arrancamos horriblemente mal, no sé qué demonios ha pasado que en los veinticinco primeros minutos no había ni un sólo jugador en su sitio, todo era un dislate absoluto. Entre eso y que el Sevilla ha salido con el puñal entre los dientes olía demasiado mal, me recordaba a Liverpool. Pero no, ni mucho menos. Y eso que el primer gol ha sido por un monumento al error posicional del equipo: Higuaín acaba de delantero centro una jugada y el Sevilla la saca por el costado por el que debía andar el Pipita. Raúl acude a cubrir el espacio y Ramos se adelanta en la ayuda, dejando un claro en su espalda tremendo, que tuvo que ir a tapar Lass con la ayuda de Cannavaro. El tal Perotti ése mete el centro a la remanguillé y Renato, llegando de segunda línea, aprovecha que Metze y Miguel Torres no se avisan de su llegada y nos la clava. ¡Qué error en cadena!
Pero la gasolina se acaba, por mucho que hace unos días hayas reservado parte del depósito. Y entonces ha aparecido Raúl, vaya por Dios, que ha fusilado al Sevilla él solito. No, no han sido rebotes ni nada parecido. Los dos primeros han sido de anticipación al defensa y el tercero, de listo. Hay algunos que le siguen negando el pan y la sal, pero sigo diciendo que es un tío útil para un equipo. Insisto en que no le veo de titular pero sí creo que tiene hueco en una plantilla. Hoy seguro que dirán que es suerte, que por fin, que ya era hora de que metiera goles que den puntos y mil cosas más, pero alabar el juego de alguien cuando lo ha hecho bien aunque no te guste es de sabios. Vamos, digo yo. Y si acabamos ganando esta Liga, sus goles hoy habrán sido igual de importantes que los de Higuaín contra el Getafe.
En fin, que ahí estamos. Unos van de frac y nosotros vamos con el mono embadurnado de cemento, cal, pintura y un alambre colgando del bolsillo trasero. Pero ahí estamos. Ratón que te pilla el gato, ratón que te va a pillar...
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