Antes que nada, pediros disculpas por no haber actualizado estos últimos días. Ando de vacaciones y, aunque me he traído el portátil, me he pasado tres días con él apagado y con el móvil desenchufado: necesitaba recargar las pilas. Yo, no los aparatos. Aunque aún me quedan ocho días más antes de volver a Madrid (me pierdo el partido con el Valladolid, qué le vamos a hacer), actualizaré todo lo que pueda, pero esta semana va a ser tremendamente parca en noticias, Semana de Parón, todos descansando ante la que se avecina, elecciones y demás. Pero algo habrá que rascar.
Para empezar, la victoria en Málaga, que tampoco me dejó demasiado buen regusto. De un lado, y siento decirlo porque nada más lejos de mi intención que herir susceptibilidades, el gol de Higuaín, en un fallo estratosférico de la defensa del Málaga (dos tíos persiguiendo como alma que lleva el diablo a Huntelaar, Wellington blandito, blandito) nos dio el triunfo otra vez, pero el argentino me pone de los nervios: no sé qué demonios le pasa que vuelve a necesitar tropecientos remates para acertar en alguno, cuando eso parecía haber pasado al olvido. Si llega a estar atinado, el 0-3 hubiera sido como mínimo el resultado. En ese mismo partido, me alegró el trabajo de Miguel Torres: aunque sé que a muchos de vosotros no os gusta, para mí es uno de esos jugadores que deben estar en cualquier plantilla. Cumple siempre y encima en varias posiciones. Si a eso le añadimos que es de la casa y más madridista que el palo de la bandera, no entiendo que se le pueda discutir. Sí que se discuta si merece ser titular siempre o no, pero nada más. Gente así es la que se necesita para formar una plantilla de garantías.
Siguiendo con Málaga, me decepcionó Pepe, porque tirarse la manita a un tobillo después de una cantada monumental que tuvo casi al final es de cobardes. No cuestiono al portugués, ni mucho menos, pero Pepe, macho, cobras lo que cobras también para asumir tus errores, no te hagas el Pupas porque esos están en la orilla del río. Alguien debería cogerle de la pechera y decirselo. Y para rematar la faena, dos apuntes: que no eché de menos a Lass y que no voy a hablar de un tío de nariz respingona con un brazalete porque ni le ví: últimamente está tan desaparecido que se dedica a coleccionar amarillas para engordar la estadísitca, debe ser... Sobre Guti y su desplante a Juande, a mí me parece normal: cuando un tío que tiene un peso específico (o cree tenerlo) pasa al ostracismo por decisión técnica, malo es que no se enfade. Hay otros que ni gritan. Yo prefiero a jugadores con sangre.
En baloncesto, y tras el traspié ante Olympiacos (en cualquier caso asumible porque los griegos tienen infinitamente mejor plantilla que nosotros) alguien debería sentarse y pensar qué ha fallado y qué hay que hacer para en playoffs por lo menos presentar batalla. ¿Cambio en el banquillo? ¿Esperar a que acabe la temporada regular de la NBA e intentar traer a un par de jugadores que potencien la plantilla? ¿Que juegue Mirotic ya en el primer equipo como miembro de pleno derecho con minutos importantes y Santana entre en las rotaciones en lugar del fantasma de Pepe Sánchez? No sé, pero pasar de semifinales esta temporada en la ACB me parece una quimera...
Y acabo con la Fórmula 1, tras las dos primeras carreras. Como era previsible La Banda del Difusor está de momento un escalón por encima del resto de equipos y me da a mí que o en unas cinco carreras las escuderías grandes encuentran la solución para recortar distancias y pelear por las victorias o esta temporada va a quedar como un duelo Brawn-Toyota-Williams con los BMW y Vettel como protagonistas ocasionales y el resto de equipos tirando la toalla y preparando un nuevo monoplaza para la próxima temporada. De momento, dicen que McLaren ya tendrá su nuevo difusor para China, en dos semanas, pero ya va a contrapié, como Ferrari y Renault, y limar diferencias les va a resultar muy, muy complicado.
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