lunes, 8 de diciembre de 2008

La Asamblea de la caspa, capítulo I


Un poco más descansado, comienzo a hablar de la Asamblea de ayer, del atraco a mano armada que perpetraron Calderón y sus secuaces, ríanse ustedes de El Solitario. Como estaba previsto, no se pudo iniciar la sesión hasta las 10:00 por falta de quórum, pero a las 08:45, cuando llegué, ya había unos 60 Ultras Sur (casi todos imberbes de 18 añitos con pinta de malos de recreativos) esperando a la derecha de la entrada. Junto ante ellos había una puerta secundaria con un curioso cartelito con el escudo del Madrid en el que se podía leer "incidencias" vigilada por un par de gorilillas de esos recién sacados de El Balcón de Rosales.

A la izquierda de la puerta principal había otro acceso, por el que en principio, y según decía la organización, era exclusiva para los socios si la Asamblea daba su visto bueno a la entrada de no compromisarios en la sesión. Allí andaban haciendo cola (unos antes que otros) algunos amigos, peñistas de toda la vida como la Peña Los Dos, El Socio de fansdelmadrid, Benjamín de realmadrid1902 y muchos, muchos otros.

Yo pude pasar, gracias a la innegable labor de Luis Villarejo, Paco Navacerrada, Javi Tamames, Marta Santisteban, Patricia Sarmiento (todos ellos, miembros del departamento de Prensa del club, el primero de ellos director de información) y otros que no conozco por su nombre, por la zona de medios. Desde allí dentro, y siendo un poquito perspicaz, se veía perfectamente cómo la puerta justo al lado de donde se ubicaban los ultras se comunicaba, qué curioso, con el acceso al anfiteatro. La trampa estaba montada.

Luego llegó la puntilla. Cuando uno entraba en la zona específica para Prensa, ésta estaba acotada por biombos para no poder ver al público que estaba en los laterales del anfiteatro. Raro, raro, raro. De la importancia de la Asamblea hablaba la presencia de muchos pesos pesados: Roncero, Bobby Gómez, Matallanas, Alcaide, Carbajosa...

Arranca la Asamblea. Calderón, que pese a su pinta de brécol hervido no tiene un pelo de tonto, ya sabe que varios medios han aireado la presencia de los naniautobuses (aunque La Espinillera fue la primera en anunciarlo, qué le vamos a hacer), de los aficionados de gañote con visita turística al recinto y de los ultras. Así que nada mejor que meter en el mismo saco a Prensa y a su clá: "¿Puede pasar la Prensa y los socios no compromisarios?", pregunta el presi en un ejercicio de cinismo exagerado, los medios ya estábamos dentro. Mayoritariamente, y de forma abrumadora, se oye un "nooooooooo. Los aficionados no, la Prensa sí". Calderón se irrita y vuelve a preguntar lo mismo. La respuesta se repite. El presidente, que se lo tenía más estudiado que la lista de los Reyes Godos, señala: "Entonces, procederemos a desajolar a la Prensa". La pataleta de los compromisarios se vuelve ensordecedora y aprovechando el guirigay, sin recuento ni gaitas, Calderón decide: "Esta Asamblea da su permiso para que entre la Prensa y los socios del club". La primera parte del plan había salido redonda.

(CONTINUARÁ...)

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