Parece que tenemos nueve para la segunda vuelta. Klaas-Jan Huntelaar, el gran deseado por la mayoría de madridistas, puede aterrizar en el Bernabéu en las próximas horas. No sé si Calderón habrá fichado siguiendo consejo de su secretaría técnica o de las encuestas, ésas en las que la afición decía que el holandés era el deseado, pero teniendo en cuenta la que se avecina el domingo es muy probable que haya sido más de lo segundo que de lo primero.
Pero más allá del método utilizado, creo que nadie duda de que el Madrid tenía que ir bien por Huntelaar, bien por Benzema para reforzar su ataque con ciertas garantías. Descartada la opción brasileña, porque nadie se puede presentar a una Asamblea de Compromisarios diciendo "he fichado a Sambinho, un delantero de 17 años del U. D. Amazonia que dicen que será la bomba", eran los dos objetivos lógicos.
Ahora habrá que ver cómo sale. A piños, desde luego, gana el holandés. Y a capacidad rematadora, Benzema necesita cuatro ocasiones para meter un gol. Eso sí, a potencia y velocidad hay muy pocos que puedan igualarse al francés. Si acaso, Balotelli, otro de los que sonó. Pero The Hunter no me termina de convencer, al contrario que a la mayoría: con 25 años ya no es un pipiolo y si ha seguido en el Ajax hasta ahora será por algo. Incluso, y ya lo dije anteriormente, Van Basten, el que dijo que este chaval sería su sucesor hace cinco años, ha preferido tirar en la oranje de gente como Hasselbaink, Makaay, Van Persie e incluso Vennegoor of Hesselink antes que de él.
Veremos qué tal sale, pero al menos hay que darle estos seis primeros meses de aclimatación, sin exigirle demasiado y sin ponerle la cruz: por mucho 'nueve' que tengamos el equipo tiene tantas carencias que no va a ser la panacea. Aunque ojalá me equivoque, sería la mejor noticia posible.
Eso sí, al hacha que está intentando cerrar los fichajes invernales del Madrid habría que darle un premio. Con la plaga de lesiones que hay en el equipo, está claro que lo primero que deben conocer las nuevas incorporaciones es la enfermería: así que nada mejor que traerlos ya cojos, para que se acoplen rápido a las instalaciones de Valdebebas: además del holandés, fastidiado en un tobillo hasta finales de diciembre, el otro que suena es Di María, que también anda renqueante por una lesión de peroné. ¡Qué club, por Dios!
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