jueves, 18 de diciembre de 2008

Le dejaron tirado


Bueno, como dije hoy toca entrada sobre Cristiano Ronaldo, lo sucedido el pasado verano y su truncado fichaje por el Real Madrid. El futbolista estaba hecho, pero como suele suceder en estos casos la ambición cegó una operación que mucha gente reclamaba y todo se fue al garete al menos por doce meses más.

Pero vayamos por partes. Hasta el pasado mes de abril, todo es más o menos como conocemos: Calderón alucina con el futbolista y le pone en su lista prioritaria, le pide precio al United, Ferguson se disfraza de Goebbels y se pone a decir sandeces, el jugador y su familia le hacen guiños al Madrid, etcétera, etcétera.

Los acontecimientos empiezan a precipitarse a partir del mes de mayo. Vicente Boluda, uno de los hombres fuertes de la directiva y que tenía una relación de años con Malcolm Glazer, el propietario del United, contacta con la familia norteamericana y logra arrancarles un acuerdo para que CR7 se vista de blanco. El precio, 70 millones de euros.

Antes de que se cumpliera el 15 de junio, Ramón Calderón recibe en su despacho el contrato del traspaso del futbolista, a falta sólo de la rúbrica del presidente del Real Madrid. En esos días, las informaciones que facilitaba la Casa Blanca iban todas encaminadas en la misma dirección: "está hecho".

Pero algo se trunca por el camino. Las dichosas comisiones. De repente, la operación cerrada de 70 millones de euros se intenta inflar a una cifra que oscila entre los 80 y los 90. En este juego sólo puede haber cuatro participantes: los Glazers, CR7, o agente Jorge Mendes y el Real Madrid.

El primero queda descartado de inmediato: el ManYoo cotiza en Bolsa y todas sus operaciones tienen que ser presentadas ante el Ministerio de Finanzas británico y en el parqué con pelos y señales. Imposible escaquearse, pues. El segundo, quien tenía a toda la Prensa mundial siguiendo sus pasos tras afirmar que quería jugar en el Madrid, también puede descartarse: no iba a quedarse con las vergüenzas al aire por trincar un par de millones extras en una operación de tales cantidades, igual que el tercero, la FIFA establece una comisión legal del 15% de la operación para el representante. ¿Quién queda?

El tiempo fue pasando, sin que ese contrato a falta de firma en un despacho del Bernabéu se firmase. CR7 iba impacientándose y el Madrid, tensando la cuerda: justo antes de irme de vacaciones, el día 17 de julio, personas muy conocedoras de la operación me aseguraron lo siguiente: "vete tranquilo porque para que se haga oficial habrá que esperar al 31 de agosto".

No hubo para mucho más. El 6 de agosto, Cri-cri se harta de esperar la firma blanca y en una entrevista al diario portugués Público asegura que se queda en el United. El jugador, además, lo hace muy cabreado, pensando que el Madrid le había dejado tirado cuando se la jugó para cambiar de aires.

Ahora, ni cinco meses después, las tornas han vuelto a cambiar. El Madrid va filtrando que el jugador está atado para 2009 y el United (ojo, no los Glazer) dice que es falso. Poniéndole un poco de sentido común a todo esto, si es que puede haberlo, dudo mucho que los Calderón-boys filtren el fichaje de Cristiano otra vez si es mentira. Y todo el mundillo sabe que la actual directiva pretende tirar la casa por la ventana de cara a la Champions 2010, tal vez la llave de la reelección del presidente. Lo que ya no sé es cómo quedará lo de las comisiones...

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