Autodescartado

Uno que se borra. La presentación en sociedad de la candidatura de Onieva ha resultado un completo fiasco, empezando por el tembleque de Martínez Blanco y siguiendo por un programa que más que provocar el voto de alguien lo que logra es que salga despavorido. Mal, muy mal. Así Onieva no va a ganar las elecciones ni a su comunidad de vecinos.

Sinceramente, esperaba algo más. Aunque alguna buena idea dejó por el camino (la que más, modificar los estatutos para que el aval no sea fundamental para poder presentarse a unas elecciones y sólo sea obligatorio en los términos y condiciones recogidos por la Ley del Deporte), el resto sonó a caduco. La presentación en sí fue caduca. Parecía como si Onieva estuviera dispuesto a lucir su cerbatana para hundir el portaaviones florentinista. Y hace falta mucho más que eso.

Lo de los tres canteranos obligatorios en el equipo es de traca, igual que el que tengan que jugar cinco partidos mínimo por temporada. Meritocracia y no cupos, ya lo he dicho mil veces. Lo mismo sirve para lo de los cinco selecionables obligatoriamente sobre el campo y el cincuenta por ciento de la plantilla, nacional. El día que España ni se clasifique para una Eurocopa, que pasará alguna vez, supondria que no habrá ni siquiera once buenos jugadores en este país. ¿Dejaremos que en el Madrid haya trece? Vaya moda chusquera...

En fin, del resto poco más. Si el Madrid no puede gastarse 80 millones de euros por un jugador si va a resultar beneficioso, mal vamos. Onieva la ha pifiado, porque no se puede ser tan tajante en ese tipo de afirmaciones. 80 millones de euros por Iván Campo es un exceso, pero por Cristiano no creo que lo sea. Pensar antes de hablar... y parece que el ex vicepresidente no ha pensado ni un segundo en lo que estaba haciendo.

De lo demás, sí hay alguna idea buena, aunque matizable y discutible, y el resto son soserías sin mucho fundamento. Total, que Onieva se ha autodescartado para ganar las elecciones. Allá él.
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