No tengo que ocultar que Jorge Valdano es un tipo que me cae especialmente mal. Tanto por lo que dice como por lo que aparenta ser y por su trato cara a cara. Más estirado que el instrumental de Nacho Vidal, sus circunloquios han logrado exasperarme definitivamente: rodeo tras rodeo para no decir nada más que las obviedades de siempre. Si a eso le añadimos sus profundos comentarios en La Sexta, donde no le recuerdo ni una sóla crítica a los argentinos del equipo (eso sí es hacer patria) además de poner a caldo al Madrid como institución, aviados vamos.
Pero Valdano ha visto la luz. Como analista no tiene precio. Tras un concienzudo análisis estructural de los males que aquejan a nuestro Real Madrid ha descubierto cuál es el gran mal que asola a este club. No sé qué haríamos sin él. Tres temporadas en el Madrid como jugador y una y pico como entrenador, donde prescindió de primeras de Zamorano y Amavisca (los que luego le sacaron las castañas del fuego) le han convertido en el gran gurú de la parte más casposa del madridismo, embaucada por sus perífrasis y su gomina. No hay manera de librarse de esta última, parece.
Pero vamos con su última columna en Marca, que me provocó un mosqueo, que aún me dura, tremendo. Sinceramente, leyendo sólo el antetítulo se me quitaron las ganas de intentar llegar hasta el final. Voy a copiarlo textualmente, porque guardé la barrabasada rosarina de este personaje:
"A la afición se le acabó la paciencia, escucho en una tertulia. No es así: está en la naturaleza de esta afición ser impaciente. Ahí empiezan los problemas del Real Madrid".
¡Toma ya! Y se queda tan pinchi, el tipo... Osea, que los problemas del Real Madrid empiezan porque su afición es impaciente y, entiendo, quiere ganar siempre. El Valdano éste debe pensar que somos el Socuéllamos Industrial y que pedimos imposibles... No tiene ni la más remota idea de dónde ha estado y dónde, desgraciadamente, vamos a tener que volver a soportarle.
Por lo visto, sus flores contínuas a Raúl aunque éste se arrastre por el campo no son un problema y fundamental: no, son una virtud. Por lo visto, el que gracias a Santiago Bernabéu, Luis de Carlos, Ramón Mendoza, Lorenzo Sanz y los tres primeros años de florentinato el madridismo se haya asentado en una cultura ganadora (ahora que tantos pían sobre el estilo) ha sido un error mayúsculo. Por lo visto, que el Madrid tenga 31 Ligas y 9 Copas de Europa es el mayor mal de esta entidad, porque sus aficionados, los muy cabrones, piden más y eso obliga a trabajar y mucho.
Valdano, por favor, pírate ya de una vez y deja de chupar del bote.
Acabo ya. El Corriere dello Sport insiste: el Madrid ofrece 15 millones de euros por Felipe Melo. No sé qué candidato será, pero me parecería un fichaje magnífico, este chico es completísimo y un valor seguro. Aquí os dejo un vídeo por si no os acordábais de él.
¡Ah! Y un apunte. No está mal. Sí, parece que Messi y sobre todo su familia están integradísimos en su lugar de residencia, sí... Echadle un ojo. Y otro vídeo, éste de Mourinho marcando un gol (y celebrándolo) en una pachanga con el Inter. Este tío es un crack.
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