lunes, 26 de enero de 2009
Así, así, así gana el Madrid
Acabo de llegar del Bernabéu y, sinceramente, no sé si tengo más frío que sueño o al revés. Ver el tostón de partidito que nos hemos tenido que fumar los valientes que nos hemos atrevido a ir al fútbol a cuatro grados no tiene precio, toma campaña para MasterCard.
Del partido me quedo, claro, con poquísimas cosas. Si acaso, por el 4-1-3-2 que ha ensayado Juande desde el principio (con Gago más retrasado que Lass), aunque luego ha variado a su clásico 4-4-2 y ha acabado con un 4-2-3-1. No sé si es que no ha dado con la tecla o porque quiere probar cosas de cara al Liverpool, pero al menos se le ven intentos de sacar provecho de lo que hay.
Como siempre, fenomenal la pareja Cannavaro-Pepe: la inteligencia del italiano y la velocidad del portugués son clave en este equipo. Heinze ha estado horroroso (en ataque, en defensa cumple) y el público lo ha dejado ver con varias broncas al argentino. Pero hay cosas que no entiendo: silbidos al Gringo, pitada el otro día a Marcelo y pitadón hoy a Drenthe. Sólo queda por probar a Miguel Torres, pero si le pitan no sé a quién va a haber que poner... ¿A Codina?
Sobre la ojeriza que le ha cogido el Bernabéu a Drenthe, y pese a que el holandés no me gusta, me he quedado de piedra. Roy es lo único que tenemos con desborde en el banquillo y el equipo depende exclusivamente del estado de gracia de Robben, que todos sabemos que se va a lesionar. Y tendrá que jugar Drenthe. Y si cada balón que toca es una bronca, ni lo intentará. Aviados vamos así... ¡Que todavía quedan cinco meses de temporada!
También hubo pitos en el doble cambio: Huntelaar por Higuaín y Drenthe por Raúl. En Radio Marca decían que los pitos eran para Klaas, pero a mí no me lo parecieron ni por asomo. Creo que fueron a Juande por sentar al Pipita. Pero claro, hay que posicionarse para hacer valer la portada del sábado, que el elegido es Lass. El galo, por cierto, cumplió: le dio el pase a Raúl para que éste iniciara su cada vez más exagerada colección de gestos post-gol, es un pesao de campeonato defendiendo (hace más kilómetros que Marco buscando a su madre) pero no es la panacea organizando el juego, que se diga. Eso sí, tiene a gran parte de la afición en el bolsillo por derrochar litros de sudor. El que cada vez me gusta más es Gago, pero le pierde la tendencia que tiene a evaporarse un cuartillo de hora por partido en el que se dedica más a protestar que a jugar. Si se serenase, sería fantástico. De Robben hoy no hablo: verle jugar es como marcarle, acabas exhausto porque nunca hace lo que uno espera. Si tiene un tiro fácil, centra; si lo lógico es el centro, chuta; si ha driblado a seis marcadores, no encara, vuelve para atrás a por el séptimo... Me desconcierta. Es muy bueno, pero me desconcierta.
1-0, pinchazos de todos los de atrás y el segundo puesto en solitario, encabezando la Liga de los mediocres. Un partido horroroso y otra victoria. Así, así, así gana el Madrid... Buenas noches, me voy a la cama con una bolsita de agua caliente.
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