domingo, 8 de marzo de 2009

Un despido y una transición


La Junta Directiva de hoy sólo ha provocado una sorpresa, aunque sólo relativa: la destitución de Pepe Bernabéu como director de peñas del Real Madrid. No he hablado aún con él, aunque lo intentaré entre esta noche y mañana, y tampoco me han contado las razones para cesarle fulminantemente de su cargo, aunque alguna idea puedo hacerme después de que Pepe haya pisado algún charco que otro en estos casi tres años al frente del departamento.

Digo bien lo de sorpresa relativa porque esta misma semana me filtraron que la reunión anual de peñas madridistas, organizada por el club y prevista para el próximo día 22, antes del Real Madrid-Almería, había sido suspendida a todo meter. Ayer, hablándolo con algunos peñistas antes del derbi, todos coincíamos en que era un movimiento extrañísimo. Ya sabemos por qué.

Es de suponer que el ya ex director regrese a su Callosa de Segura, donde tiene sus empresas y su peña de siempre, dedicada a Emilio Butragueño. Cuando conozcamos a su sustituto, nombre que aún desconozco, veremos una muestra clara de electoralismo. Será interesante saberlo, desde luego.

Pero hablando de elecciones, no están mal los movimientos de los próximos días El miércoles hay cita a las 11:00 en el Bernabéu con una clara carga electoral. Perdonadme que no cuente más pero tampoco quiero dejar con el culo al aire a quien me lo contó. La reunión, en principio con el único que ha confirmado que va a presentarse a las elecciones, es justo después del partido con el Liverpool, con lo que el discurso puede cambiar según lo que pase, pero las cosas están aí ahora mismo.

De un lado, la actual directiva busca apoyo para que Boluda sea ratificado en la próxima Asamblea; y de otro, ese candidato quiere que se adelanten las elecciones al último partido liguero, a finales de mayo con el Mallorca. Del embolicamiento de uno y otro podría salir un acuerdo... o no. En principio, parece ser que una de las dos partes puede ofrecer la posibilidad de que las elecciones sean en esa fecha pero siempre y cuando se respete un periodo de cambio de trastos que dure hasta el 1 de julio para salvaguardar los avales de esta temporada. Ello conllevaría la ratificación de Boluda, claro.

Sería algo así como el cambio Bush-Obama, 45 días con un presidente en funciones pero con otro que sería el presidente electo y con fecha de toma de posesión. Así, Boluda velaría para que las cuentas cuadrasen y podría liberar su aval mientras que el presidente electo, sea el que sea, actuaría en representación del club desde finales de mayo y tendría pues el tiempo tan demandado por algunos para confeccionar las plantillas de fútbol y baloncesto. No es mala solución, desde luego. O no me lo parece a mí.

Pero, ¿y si no hay acuerdo y la Junta no aprueba a Boluda? De elecciones inmediatas, nada de nada, que a todo el mundo se le quite la idea de la cabeza. Los Estatutos tienen tal laguna en ese ámbito que nadie sabe lo que puede pasar, aunque sí hay una cosa clara: los socios votaron a una Junta Directiva, no a Calderón, y por lo tanto esa directiva está legitimada para hacer lo que crea conveniente. Lo más normal si no se ratifica a Boluda es montar otra Asamblea Extraordinaria al cabo de un cierto tiempo (un mes mínimo) para intentar sacar adelante la ratificación como presidente de otro de sus actuales miembros. Y si no sale ése, pues un mes después a otro... Y así hasta que llegue la fecha que ellos quieren para las elecciones. Y ojo, que parecerá una chorizada, pero reitero que la Junta está legitimada para hacerlo.

De momento eso es todo, que para ser domingo por la tarde-noche no está mal...

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